Los
ácidos carboxílicos reaccionan con los alcoholes para formar ésteres. La
reacción debe tener lugar en una disolución ácida, no sólo para catalizarla
sino también para mantener al ácido carboxílico en su forma ácida, lo que lo
habilita para reaccionar con el nucleófilo. Ya que el intermediario tetraédrico
que se forma en esta reacción dispone de dos grupos salientes potenciales con
la misma basicidad aproximada, la reacción debe llevarse a cabo con un exceso
de alcohol para desplazarla hacia los productos. Emil Fischer fue quien descubrió
que un éster se puede preparar tratando
un ácido carboxílico con un alcohol en exceso, en presencia de un catalizador
ácido, por lo que la reacción se llama esterificación de Fischer.
Figura 2. Mecanismo de formación de ésteres.
El
catalizador ácido protona al grupo carbonilo y lo activa frente a un ataque
nucleofílico. La pérdida de un protón da lugar a un hidrato de éster. La
pérdida de agua del hidrato del éster trascurre por el mismo mecanismo que la
pérdida de agua del hidrato de una cetona. La protonación de cualquiera de los
grupos hidroxilo de hidrato lo transforman en un buen grupo saliente, el agua.
Tras la liberación del agua se forma un catión estabilizado por resonancia, la
pérdida de un protón (procedente del segundo grupo hidroxilo) da lugar a un
éster.
Este
mecanismo se divide en dos partes:
1.-
Adición de un alcohol al grupo carbonilo catalizada por un ácido.
2.-
Deshidratación catalizada por un acido.
Figura 3. Reacción de Fischer.
Mecanismo de reacción del Acetato de Isoamilo
Figura 4. Mecanismo de reacción del Acetato de Isoamilo.
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